Qué hay que tener en cuenta al comprar gafas infantiles
En general, hay que tener en cuenta las mismas cosas al comprar gafas infantiles y gafas para adultos:
- Correcto ajuste a la forma de la cabeza: puedes conseguirlo con unas gafas con los terminales de las varillas y las plaquetas adaptables.
- Montura ligera, resistente y flexible: en el caso de los niños es mejor elegir unas gafas de acetato ya que son más cómodas y en la mayoría de los casos también son más ligeras que las de metal. Además, el acetato es un material orgánico (viene de la fibra de algodón) y, por lo tanto, es menos probable que provoque reacciones alérgicas o roces en la piel.
- Cristales orgánicos endurecidos: son resistentes a caídas, golpes y con el tratamiento de endurecido también se harán resistentes a arañazos. Esto es fundamental en el caso de las gafas infantiles ya que los niños no tienen el mismo cuidado que los adultos y sus lentes serán más propensas a recibir golpes y a soportar caídas. Lo ideal es que incluyan el tratamiento antirreflejante que ayudará a evitar los molestos reflejos y la fatiga visual.
- Tamaño adecuado: este factor es fundamental. No puede servir el mismo calibre para un niño de siete años que para uno de doce (el calibre es el tamaño del ancho de la lente y determina la talla de las gafas. Haz click aquí para ver más detalles). Sigue esta guía para saber qué calibre necesita cada niño según su edad:
– Calibre 39: hasta 3 años.
– Calibre 42: de 3 a 5 años.
– Calibre 44: de 5 a 7 años.
– Calibre 47: de 7 a 10 años.
– Calibre 49: de 10 a 12 años.
¡No te olvides de sus gustos! Existe otro punto a tener en cuenta que, si bien no parece tener tanta importancia, puede ser determinante a la hora de hacer que un niño se adapte a sus gafas y se sienta cómodo con ellas. Se trata del factor estético. La idea no nos resulta tan extraña si pensamos en un adulto eligiendo unas gafas para sí mismo: |
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si bien tendrá en cuenta los factores anteriormente citados, nunca elegirá una montura que no le guste o que considere que no le sienta bien. Pasa exactamente lo mismo con los niños, por eso, mientras los mayores tenemos que estar atentos a que las gafas infantiles cumplan todos los requisitos en cuanto a calidad de los materiales, comodidad y tamaño, a los peques podemos dejarles la elección del modelo y del color. Así el proceso de adaptación se les hará más llevadero e incluso divertido. |
VISUAL-CONSEJO: Si buscas unas gafas para un bebé, consulta a un óptico optometrista profesional ya que en estos casos hay que tener en cuenta una serie de puntos especiales que es mejor dejar en manos de un experto.